Muchas empresas trabajan su comunicación online y sus publicaciones en redes sociales hablando de sí mismas y de lo geniales que son sus productos, olvidando los intereses de su público.
Con esta frase de Zig ZigLar queríamos ir al punto clave de la cuestión ya que es vital en el éxito de tus comunicaciones atender al PARA QUIÉN estás escribiendo. En la respuesta a esta pregunta radica el futuro de tus publicaciones y el interés que de ellas puedas conseguir en tus seguidores.
Pongamos un supuesto caso hipotético en tu vida real. Imagínate que vas al médico y antes de empezar a contarle tus problemas éste te ofrece un pack de medicamentos variados y sin sentido. ¿Qué pensarías? Obviamente no le harías caso, no comprarías nada de lo que te recomienda y te irías a otro médico. “¿Cómo se le ocurre ofrecerme medicinas sin escucharme ni saber qué necesito?” Bueno, pues esto es exactamente lo que muchas empresas suelen hacer al publicar sus contenidos.
Está claro que el objetivo final de todo negocio es vender, pero el Marketing reside en estudiar y analizar las necesidades y pensamientos del público objetivo, y a partir de ellos trabajar para que los usuarios se sientan identificados con lo que leen o ven y decidan mantener una conversación contigo. Los tiempos de las comunicaciones unidireccionales en las que la marca o empresa son un ente intocable e intratable quedaron atrás.
Es por ello que antes de empezar a pensar en los contenidos que vas a compartir, deberías entrar en las diferentes redes sociales y estudiar la forma de ser de tu público objetivo, definiéndolo lo máximo posible: quién es, cuántos años tiene, es hombre o mujer, dónde vive, cómo vive, qué aficiones tiene, qué inquietudes pasan por su cabeza, en qué canales sociales está presente, cómo se comunica…
Este concepto se define como BUYER PERSONA, es decir, debes crear un hipotético cliente (o varios, según los públicos a los que te dirijas) al que le pondrás nombre y apellidos y que tendrás en tu cabeza cada vez que vayas a pensar en los contenidos a publicar. De esta manera, te resultará mucho más fácil concluir cómo comunicarte y qué decir, porque sabrás si lo que dices le va a interesar a tu cliente prototipo. Puedes utilizar la siguiente ficha como base para estudiar tus públicos.
Si eres dentista y ves que los comentarios en las redes sociales sobre dentistas hablan de miedo, distancia y frialdad, comparte contenidos que te personalicen, que vean que eres cercano y que los pacientes pueden confiar en ti y en tu trabajo.
Si tienes un hotel familiar en una zona rural y ves que los usuarios dudan sobre los niveles de dificultad de las rutas de montaña disponibles, escribe un artículo en el que expliques las diferentes posibilidades a elegir, con dificultades, desniveles, tiempo de ruta y posibilidad de realizarlas con niños.
Si te fijas, lo importante es conectar con el público y hablar en su lenguaje. Deja a un lado el egocentrismo y piensa en tu cliente. Si lo haces, pronto conseguirás atraer su interés. Deja de vender. Empieza a ayudar. 😉
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