Durante la última semana el mundo entero y, más concretamente, España y el pueblo valenciano, se han paralizado por la catástrofe histórica en Valencia que nos ha dejado en shock y que nos tiene a todos sobrecogidos. En todas partes este es el tema de conversación destacado y las redes sociales son un medio de difusión y de contacto que han explotado desde el primer momento con tanta información, conversaciones, peticiones de ayuda y mensajes de urgencia que nos han mantenido a todos en vilo y atentos a todo lo que estaba sucediendo.

Como profesional en comunicación en redes sociales, quiero analizar el papel de las redes sociales durante este momento histórico, desde su nivel de utilidad hasta su mal uso por parte de personas malintencionadas o el efecto que el contacto permanente con esta situación puede estar teniendo a nivel psicológico en todos aquellos que lo estamos viviendo de cerca tanto física como emocionalmente.

Las redes sociales han tenido siempre un doble filo ya que, por una parte, bien usadas, ofrecen información y contacto inmediato con el mundo sin límites de tiempo ni de espacio. Sin embargo, también pueden tener un efecto negativo tanto en las personas que dependan emocionalmente de su uso como por parte de otras que buscan objetivos dañinos en terceros y aprovechan su uso de forma perjudicial.

Vamos a analizar, pues, las diferentes caras de las redes sociales durante la crisis de la DANA de Valencia.

Redes sociales como medios de información

Las redes sociales destacan por encima de otros medios por su capacidad de difundir información de forma inmediata. Los que estaban presenciando la catástrofe hacían de reporteros particulares compartiendo sus vídeos al momento. En segundos, cualquier persona del mundo ha podido acceder a todo lo que ha estado aconteciendo prácticamente en directo y viviéndolo a la vez que las personas que lo estaban sufriendo.

La utilidad de estos medios es altísima, ya que hemos ido siguiendo información previa, con alertas de medios oficiales sobre las previsiones del tiempo; información posterior con imágenes y vídeos de todo lo que ocurría; datos e información de servicios oficiales que nos actualizaban y nos enviaban recomendaciones.

Sin duda, el uso de las redes sociales a nivel informativo ha sido uno de los aspectos más relevantes dentro de la comunicación digital de una catástrofe climatológica como esta.

Redes sociales como medios de desinformación

En su lado opuesto, muchos han sido los usuarios y grupos que han buscado desinformar y aumentar el caos dentro de una situación que por sí misma ha sido caótica y de crisis absoluta.

La desesperación de muchas personas y la falta de información corroborada en los momentos iniciales de esta crisis generó la difusión y propagación de información falsa como el número de muertos o la destrucción de ropa donada que ha llevado a muchos momentos de tensión entre los usuarios, en la población y con equipos de emergencias y grupos políticos, entre otros.

Intereses diversos como las rencillas entre políticos, la generación de tensión de grupos radicales o el aumento de visibilidad por parte de usuarios y canales de “información” han llevado a multitud de usuarios a generar bulos y a compartir datos que han causado momentos de pánico, crispación y exaltación en la sociedad.

  • Publicaciones alertando sobre la desinformación:

Redes sociales para reflejar la crispación del pueblo y la guerra política

Los diferentes grupos políticos no se han quedado atrás. Lejos de unirse y trabajar para salir todos juntos adelante, han aprovechado para recriminarse y echarse culpas unos a otros. Y a su vez, el pueblo nervioso por la mala gestión.

Uno de los políticos más atacados por los valencianos, que reclamaban ayuda urgente y se quejaban de la falta de avisos previos así como de su dejadez e inacción, fue Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana.

Una frase creada motivando la queja, en este sentido, contra el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue «Si necesitan ayuda que la pidan» o «Si quieren ayuda que la pidan».

Este mensaje se creó extrapolando las palabras del presidente, sacándolas de contexto y buscando de nuevo el ataque y la crispación política.

Compartimos el vídeo de sus palabras y a continuación las reacciones.

Este puede ser un buen resumen de la situación:

Redes Sociales para el odio

Esta es la cruz de las redes sociales. He diferenciado este apartado del anterior porque, aunque la línea que los separa es muy fina y las publicaciones de queja tienen trasfondos tanto honestos como deshonestos, quiero marcar también aquellas que buscan exclusivamente atacar, insultar abiertamente y hacer daño.

Si algo se fomenta en redes como X (antes Twitter), es el odio de muchos usuarios que aprovechan su anonimato para insultar y atacar a personajes conocidos o a cualquier tipo de usuario que pueda publicar su opinión sobre un tema cualquiera. Y la DANA en Valencia ha tenido mucha solidaridad, mucha unión y colaboración, pero también mucho odio.

La legislación alrededor de los ataques y amenazas en redes sociales está en pañales y los usuarios malintencionados todavía están muy tranquilos a la hora de actuar amenazando e insultando desde sus casas y de forma (aparentemente) oculta.

En este caso podemos ver ataques a La Vecina Rubia por alertar sobre la desinformación y las intenciones ocultas de grupos radicales.

Otro ejemplo:

Los insultos y el odio que se crean en redes sociales, tanto en lo vivido en Valencia como en cualquier otro ámbito, son lo que mueve a muchas personas (normalmente conocidas) a darse de baja de las redes al no poder soportar situaciones de acoso y ataque continuo.

La visita de la comitiva de Reyes, Presidente del Gobierno y Presidente de la Generalitat, fue otro momento crítico que llevó la tensión de las redes sociales y el odio de grupos radicales a provocar más caos en Paiporta, zona cero de las inundaciones.

Redes sociales para la ayuda y la solidaridad

Un aspecto más amable y conmovedor ha sido el de la inmediata oferta de ayuda por parte de miles de personas, tanto cercanas físicamente como en la distancia pero con intención de ayudar.

Hemos podido observar diferentes tipos de uso de las redes sociales con la ayuda:

  • Influencers o personas conocidas que han aprovechado su fuerza de difusión gracias a los miles o millones de seguidores de sus canales. Muchos han aprovechado para compartir publicaciones de gente necesitada de ayuda, de gente que quería colaborar, de información relevante y alertas del tiempo para la sociedad, etc. Otros han ofrecido su ayuda personalmente y han creado contenidos desde zonas de Valencia afectadas con el fin de informar o de pedir ayuda concreta a sus seguidores.
  • ONG’s, instituciones, empresas y grupos de ayuda que han compartido cuentas o han informado de puntos de recogida para movilizar a la sociedad y conseguir ayudas económicas, de comida, agua, ropa y todo tipo de materiales de trabajo, limpieza de las calles y casas.
  • El pueblo, personas que, gracias a las redes sociales han podido informarse de las necesidades y colaborar de cualquier manera, tanto acudiendo como voluntarias a los diferentes pueblos de Valencia como participando con donaciones de cualquier tipo. Este movimiento de la sociedad al unísono ha generado mucha unión y mensajes de esperanza, ternura y solidaridad. La mejor parte de toda esta situación en las redes sociales, ha sido esta.

Empresas y organizaciones reflejando su apoyo a través de las redes sociales

Pocas han sido las empresas, organizaciones, clubs deportivos o personajes públicos que no han salido a hablar públicamente en redes sociales mostrando su tristeza, compasión y apoyo hacia los pueblos de Valencia durante los días de la DANA.

Si hay un momento en el que hay que estar presente, ese es el de una catástrofe como esta.

A través de publicaciones de dolor, de empatía y de colaboración, los usuarios pueden percibir la cercanía y conocer los valores de las empresas y las marcas a las que siguen.

Este momento es clave para las marcas que deben hacer ver que no son solo vendedores de productos y servicios a disposición de clientes. Las organizaciones deben mostrar su alma, su personalidad y sus emociones. Al fin y al cabo, todas las empresas están formadas por personas y este es el momento de mostrar su dolor y su compasión.

Como profesional de comunicación en redes sociales, he formado parte de este tipo de mensajes, creando publicaciones en nombre de mis clientes y mostrando sus valores y cercanía con el pueblo valenciano.

Redes sociales como problema de salud mental

Este aspecto está saliendo más a la luz con el paso de los días. El shock inicial ha hecho que millones de personas estemos pegadas al teléfono con la necesidad de estar, no al día, al minuto, conociendo todos los detalles de lo ocurrido. Tras esos primeros momentos, nos hemos conectado para buscar maneras de ayudar o para hablar con amigos, conocidos y familiares preguntando por su bienestar así como comentando lo sucedido.

Esto ha llevado a muchas personas a entrar en varios estados emocionales, como ese shock inicial o la culpabilidad por no ayudar más, por no estar cerca, por el hecho de estar bien y ver a los demás sufriendo…

Emociones como la tristeza; tristeza profunda por vivir tan de “cerca” todo lo acontecido, por ver vídeos y fotografías dramáticas que nos han hecho empatizar y no poder desconectar ni un minuto de este horror vivido por miles de personas…

Otra emoción es la ansiedad. Todo lo que se ha visto en redes sociales está generando ansiedad tanto por no poder separarnos del teléfono y seguir adelante (esto también genera la culpabilidad ya comentada) como por esa empatía al ver tanta información que nos hace creer que lo hemos vivido prácticamente en primera persona. Se puede convertir en un trauma incluso viéndolo desde el sofá de casa.

De ahí que se hayan generado muchas publicaciones sobre este tema:

Redes Sociales en su esencia cómica

En estos días también ha habido momentos para sonreír dentro de la tragedia. Y es que las redes sociales se caracterizan, entre otras cosas, por su humor y el nacimiento de “Memes” en cualquier situación. Un ejemplo ha sido el caso de Óscar Puente, Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, que ha mejorado su reputación gracias a la velocidad de acción con la que se están arreglando las carreteras y vías de tren dañadas. Su alto uso de las redes sociales para informar al minuto de todo lo que se está haciendo así como los cambios y mejoras en cuestión de horas, han generado un juego por parte de los usuarios, que hablan de todo lo que Óscar Puente es capaz de hacer en un abrir y cerrar de ojos.


Otro ejemplo es el de la publicación de vídeos antiguos de Carlos Mazón, como este con la presencia de una abeja durante una rueda de prensa.

Como comentaba anteriormente, la línea entre los diferentes apartados creados es muy fina ya que muchos mensajes pueden formar parte de varios grupos a la vez y, aun teniendo una visión global de todo lo que se ha ido compartiendo, he clasificado de esta manera las diferentes caras que han tenido las redes sociales durante estos diez días desde la fecha de los acontecimientos.

Como se puede ver, la catástrofe vivida en Valencia ha generado todo tipo de situaciones en las redes sociales y en este artículo no quiero valorar lo positivo o lo negativo, sino reflejar el uso que se puede hacer de ellas así como los efectos y consecuencias que tiene tanto a la hora de creer todo lo que se dice como de no protegerse emocionalmente de este poder. Aunque, quizás, el poder está en cada uno, a la hora de decidir lo que comparte, lo que cree y los límites que pone dentro de un tsunami digital que se está viviendo en paralelo al de la riada que arrasó la provincia de Valencia. Todos somos informadores y seguidores al mismo tiempo.

Las redes sociales no son un juego y su efecto es muy potente. Información, solidaridad, unión, esperanza, pueblo, ayuda, caos, alerta, desinformación, odio… ¿Se te ocurre alguna otra palabra?

Responsabilidad; quizás esta sea la palabra que me gustaría compartir y transmitir.